Historia del Cortijo del Pino
El Cortijo del Pino está situado en una zona agrícola de excelente valor agronómico conocida como la Vega de Granada. Su construcción data del año 1873.
Es un cortijo de labranza en el que se han ido sucediendo distintos cultivos de regadío y distintas actividades agropecuarias a lo largo de los años.
A finales del siglo XIX, el cultivo de la remolacha azucarera se introdujo en la Vega de Granada, marcando una etapa destacada en la agricultura local. Más tarde, se comenzaron a cultivar cáñamo y lino, que también ganaron relevancia en la región. Sin embargo, a mediados del siglo XX, la remolacha volvió a resurgir en la vega granadina, con un auge impulsado por el avance de las técnicas agrícolas.
En las últimas décadas, con nuestra familia ya establecida en la finca, el cultivo de tabaco cobró gran importancia en la comarca. Este cultivo fue ganando protagonismo hasta convertirse en el principal de la zona. En respuesta a la creciente demanda, se incorporaron a la edificación los secaderos de tabaco, fundamentales para su curación y conservación.
El cultivo del tabaco transformó la finca, adaptándose a las nuevas necesidades agrícolas. Los secaderos, que formaron parte integral de esta actividad, siguen siendo un testimonio de la tradición agrícola que caracteriza a la finca. A lo largo de los años, esta evolución en los cultivos ha marcado un punto clave en la historia del cortijo, reflejando la capacidad de adaptación de la familia a los cambios en la agricultura.
Las sucesivas herencias y la parcelación de la tierra durante las décadas posteriores a la época de esplendor agrícola provocaron una pérdida de rentabilidad de las actividades tradicionales del cortijo. A medida que la rentabilidad de los cultivos disminuyó y la finca se fue dividiendo, el uso agrícola de la tierra fue desapareciendo. Este proceso de desuso, sumado a la falta de mantenimiento, llevó al deterioro gradual de las edificaciones asociadas a la actividad agrícola, que en su momento fueron esenciales para el funcionamiento de la finca.
Con el paso del tiempo, y ante la necesidad de conservar y restaurar el edificio para evitar su desaparición, se decidió adaptar la antigua edificación para uso turístico. Esta reconversión en alojamiento rural fue clave para la conservación arquitectónica del cortijo, permitiendo la restauración de sus estructuras originales y manteniendo el carácter histórico del lugar.
Hoy en día, las antiguas dependencias, tanto las que tenían un uso residencial como las que servían para fines agrícolas, son las que ofrecemos como alojamiento. Los Atrojes, situados alrededor del patio central de columnas, la Cuadra y el Tinao, que ocuparon en su momento la vaquería o cuadra, y el Torreón, que funcionaba como secadero de frutos y palomar, han sido rehabilitados para brindar a los huéspedes una experiencia única, manteniendo su autenticidad y el espíritu del pasado.
Algunas de las antiguas tierras que pertenecían al Cortijo del Pino vuelven a estar en producción, certificadas para su manejo ecológico. En enero de 2009 realizamos una plantación de frutales: manzanos, perales, ciruelos y albaricoques, además de algunos marjales con cultivo de espárragos.
Junto a otros productores de la Vega de Granada y del Valle de Lecrín, formamos parte de una cooperativa para hacer llegar nuestros frutos a grupos de consumo y tiendas especializadas de la ciudad. ValleyVega S.C.A. es una cooperativa de productores pionera en Andalucía: www.valleyvega.org.
También participamos en el Eco-mercado de Granada, que se celebra el primer y tercer sábado de cada mes en el centro de la ciudad.
- El edificio está catalogado como elemento arquitectónico de interés de la provincia de Granada y recogido en el libro editado por la Consejería de Obras Públicas y Transportes “Cortijos, haciendas y lagares. Arquitectura de las grandes explotaciones agrarias de Andalucía”, 2003
- El tilo que estaba junto al aljibe, catalogado por la Junta de Andalucía y recogido en su publicación “Especies singulares de Andalucía”. Hoy ya desaparecido.
- Finca certificada por Agrocolor, entidad de certificación de Agricultura Ecológica autorizada por la Junta de Andalucía con número: AG-02/844/CI-1 con fecha de inscripción 1 de Octubre de 2007.